junio 26, 2013

¿Qué tan grande es el mundo?

Cuando asistía a la clase de inglés en Inglaterra, conviviendo con mujeres de otros países, nos pidieron que dibujáramos un mapa señalando nuestro país y todos los que pudiéramos.
 
El mapa de una de mis compañeras fue algo así:

Para ella el mundo consistía en 4 países. Perdón…Corrijo… en 3 países y el mar.


Uno de los cuadrados era su país: un país musulmán que ahora no recuerdo. El otro era Francia donde había vivido previamente con su esposo antes de viajar a Inglaterra. El tercero, por supuesto, era Inglaterra. Y el cuarto cuadrado, según me explicó, era el mar. Desde su país podía ver el mar y también sabía que existía cerca de Francia y de Inglaterra. Pensé que quizás lo había visto mientras lo sobrevolaba en los aviones en los que viajó.

Mi dibujo fue algo así:


Ella me preguntó que dónde estaba México. Se lo señalé y le dije que el país del norte era Estados Unidos y que en el continente, al sur de México, estaba Centroamérica y Sudamérica con varios países en total.

Ella no me respondió. Me pidió el dibujo y lo vio con cierta extrañeza.

Después la maestra nos entregó un planisferio sin nombres y nos dijo que conforme fuera diciendo el nombre, en inglés, por supuesto, lo fuéramos escribiendo donde correspondía.

Trabajamos en parejas. Yo iba vestida con chamarra usualmente porque era otoño y hacía mucho frío. Al llegar al salón, nos quitábamos las chamarras, los abrigos y los suéteres pues hacía mucho calor debido a que la calefacción siempre estaba muy alta. Las señoras musulmanas, aun quitándose los abrigos, permanecían cubiertas, incluyendo la cabeza que nunca descuidaban pues incluso envolvían su cabello con una mascada.

Ella trabajó conmigo. Me dijo que por favor fuera yo la que llenara los nombres en el mapa.

Al terminar el ejercicio, la maestra nos entregó un mapa con todos los nombres. La chica musulmana me pidió ambos mapas para verlos con detenimiento. Su mascada se había deslizado un poco de su cabeza, dejando al descubierto el cabello naciente de su frente. Ella abría los ojos mirando uno y otro mapa y comparando los nombres escritos en ellos.
 

– ¿Puedo quedármelos? – Me dijo de pronto. Su mascada había resbalado un poco más. Ella se la acomodó sin el cuidado que generalmente las mujeres musulmanas ponían en cualquier parte de su vestimenta que mostrara algo que se les había prohibido.

Le dije que no había problema y me pidió que le señalara Inglaterra y México. Con el dedo le dije cuáles eran los países y dónde creía yo que estaba el suyo.
– ¿Y éste cuál es?
– Argentina.
– ¿Y éste?
– Canadá.
– ¿Y éste?
– Italia.

No siguió más. Me agradeció con una sonrisa muy breve y nos despedimos en esa clase; su semblante se veía pensativo.

Aunque no la volví a ver, me pregunto si aquel día el mundo creció de pronto para ella.
 


 

2 comentarios:

  1. ME PONGO A PENSAR QUE EL MUNDO ES SIEMPRE PEQUEÑO PARA TODOS NOSOTROS. REALMENTE SOLO TE PREOCUPAS DEL LUGAR DONDE VIVES Y NUNCA TE IMAGINAS COMO ES LA GENTE DE OTROS LUGARES. OJALA TU AMIGA ESTE CONCIENTE DE QUE HAY MAS GENTE DE LA QUE IMAGINABA. A MI POR LO MENOS INTERNET ME HA ABIERTO UN MUNDO MARAVILLOSO EN EL QUE ENCUENTRO BELLAS SORPRESAS COMO ESTA.

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    1. Compartir nos abre nuevos mundos, y de acuerdo contigo, internet nos ha brindado una ventana magnífica.

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El mundo quizá no es más que un conjunto de poliedros irregulares cuyas caras son extrañas y cambiantes... Veamos hasta donde y hasta cuando rueda este poliedro antes de desvanecer sus aristas y perder la planaridad de sus caras, antes de volverse una esfera... a quién alguien en el camino le diga que su destino, era rodar y rodar.